¿Eres una persona caritativa? ¿Ayudas o aportas algo a los demás?. La generosidad como valor y su importancia
Quiero iniciar con estas preguntas para empezar reflexionando sobre mi rol en el dar a otros. Aunque es algo quizás cotidiano o “normal” darle algo a los demás, muchas personas desconocen sobre el poder no sólo como motor de un mundo mejor, sino como impulso para una serie de acciones tanto en nuestro cerebro y en nuestro cuerpo. Este puede contribuir a nuestra calidad de vida y salud en términos generales.
Universidades en los Estados Unidos demuestran el efecto positivo del simple acto de “dar”. No es simplemente dar, o dar esperando algo a cambio; se trata de no tener un interés o intención. Esto desencadena una serie de efectos, no sólo de índice psicológico sino también fisiológico. El ejemplo es que segregamos Oxitocina, la hormona responsable de que amemos, seamos fieles, compasivos, amables; de que podamos parir y tener leche materna, entre muchas de sus funciones. Adicionalmente, esta hormona esta asociada a como establecemos vínculos y a una sensación de bienestar.
Mira TambiénMitos y verdades sobre el síndrome del impostor: Lo que hay que saberOtros importantes hallazgos de cómo el dar influye de forma positiva y ayuda a nuestra salud, son les efectos para bajar la presión arterial, colesterol y hasta a cómo puedes hasta prolongar nuestras vidas.
La generosidad como valor, datos según un estudio publicado por la Universidad de Michigan
Personas mayores de 55 años que realizaban actividades de voluntariados y ayuda a otros en sus tiempos libres, tuvieron un 44% más posibilidades de vivir y no enfermarse con dolencias durante los siguientes 5 años que el grupo de la misa edad no realizaba ningún tipo de altruismo.
Por otro lado, el dar, también ejerce una influencia remarcable con respecto a casos de individuos que padecen estrés, debido a que saca a la persona de su foco de preocupación y/o atención, lo cual ayuda a relajar y por decirlo así tomarse un respiro y perspectiva de la situación de estrés.
Aprovechemos entonces este tiempo donde muchos necesitan una mano, ya sea con simples y pequeños gestos, como escuchar a otro, hacer un voluntariado en la iglesia, centro comunitario, escuela cercana, geriátrico, o colaborador en una causa social, no sólo desde lo digital, sino también con acciones concretas, nuestro cuerpo, espíritu y mente lo agradecerán.