Durante años, la industria asiática relegó las historias sáficas a sub-tramas trágicas. Sin embargo, la creciente ola de popularidad me ha llevado a enfocar mi nuevo análisis cultural en esta manifestación más auténtica surgida entre 2022 y 2025. Lo que estamos presenciando es un cambio sísmico: el Girls Love GL ya no es contenido de nicho; se ha erigido como la nueva punta de lanza del Soft Power asiático, desafiando al conservadurismo local y conquistando audiencias globales.
Las series Girls Love GL, también conocidas como GL, están capturando la atención masiva, extendiendo su influencia hasta Occidente. Estas producciones se centran en historias de amor entre chicas, ofreciendo un cambio refrescante en la narrativa de las relaciones homosexuales femeninas en pantalla, las cuales históricamente habían tendido a ser reducidas a tropos trágicos o a ser sistemáticamente subvaloradas.
Al documentar este fenómeno, noté que no es un suceso aislado. Es el resultado de una convergencia única de factores económicos, tecnológicos y socioculturales, con Tailandia posicionándose como el epicentro indiscutible de esta revolución creativa. Desde su auge en Asia, este género las series gl tailandesas, ha detonado un crecimiento notable en popularidad, brindando a los espectadores tramas emocionantes y personajes entrañables que conectan de forma genuina.
Esta industria ha experimentado una transformación tectónica en el último lustro, marcada por la irrupción y consolidación de narrativas que desafían las estructuras heteronormativas tradicionales. Lejos de ser solo entretenimiento, se ha convertido en una poderosa industria de live-action en ascenso y ha funcionado como un catalizador clave en la conversación política, acompañando a Tailandia a convertirse en el primer país del sudeste asiático en legalizar el matrimonio igualitario (efectivo desde enero de 2025).
¿Qué es realmente el género Girls Love GL? (Y por qué no es lo mismo que el Yuri)
En mi lectura cultural de este fenómeno, considero fundamental definir primero los términos y diferencia Yuri y GL que a menudo se confunden en Occidente. Para comprender el auge actual, debemos mirar los antecedentes.
Históricamente, el término predominante ha sido Yuri. Este estilo, proveniente de Japón (anime o manga), aborda el amor entre el género femenino de forma amplia: desde relaciones platónicas, lazos espirituales o inconclusos, hasta romances más explícitos. Sin embargo, al analizar sus raíces, encontré un matiz crítico: aunque se considera un precedente en la cultura asiática, no se puede tomar en su totalidad como igual al GL actual, ya que el Yuri clásico era escrito o desarrollado a menudo bajo la «mirada masculina» (male gaze) o la fetichización para un público masculino.
El origen de la palabra es fascinante. Se le atribuye a Ito Bungaku, el editor jefe de Barazoku («La Tribu de la Rosa»), la primera revista comercial para hombres gays en Japón. Él popularizó una analogía floral poética: si los hombres gays eran «rosas» (bara), entonces las mujeres que amaban a otras mujeres debían ser «lirios» (yuri). Aunque en los años 90 surgieron términos occidentalizados, estos fueron rechazados en Japón, consolidándose «Yuri» como el estándar.
Del «Male Gaze» japonés a la «Mirada Femenina» tailandesa. Diferencia Yuri y GL
Aquí radica la transformación tectónica. Técnicamente hablando, el término Girls Love GL se refiere a obras de ficción que presentan relaciones románticas entre chicas, incluyendo series, películas y mangas. Pero mi análisis destaca una diferencia crucial en la ejecución:
El Formato: Son dramas de acción real (live-action) de televisión o web con altos valores de producción.
La Perspectiva: Es notorio que el GL significa una narrativa moderna. A diferencia de cierto Yuri antiguo, el GL está producido con una sensibilidad orientada a la «mirada femenina» (female gaze). Busca romper los estereotipos tradicionales y ofrecer una representación donde las chicas se vean realmente reflejadas en las emociones y experiencias de los personajes.
La Industria: El GL se estructura bajo el modelo de la industria de ídolos. Se construyen parejas promocionales (ships) GL, funcionando como la contraparte femenina directa de las series Boys Love (BL).
Esta dualidad amplía el campo del romance en las narrativas asiáticas. Mientras el Yuri tradicional a veces se enfocaba en la fantasía de «dos chicas» para el disfrute de un espectador masculino, mi veredicto es que el GL prioriza la narrativa de «amar a una mujer» desde la perspectiva emocional de otra mujer.
La evolución histórica: De la literatura «Clase S» a las CEOs modernas
Rastreando el ADN asiático de las historias lésbicas, encontré que todo se remonta a Japón a principios de siglo, específicamente entre 1910 y 1920, con un género llamado Clase S o literatura S Kankei. Básicamente, este estilo planteaba las relaciones entre mujeres de manera platónica y juvenil, pero siempre marcadas por una característica fatal: la transitoriedad. Eran lazos destinados a terminar de manera abrupta al llegar la adultez.
Este género es considerado el precursor del Yuri, pero mi análisis confirma que el Girls Love GL actual ha evolucionado a pasos agigantados al eliminar este tropo de la «fecha de caducidad». El GL moderno le ha devuelto el humanismo y la realidad a las relaciones de amor femeninas.
Inicialmente, estas historias eran bastante limitadas, enfocándose en ciertos arquetipos y existiendo a menudo bajo la sombra del género Boys’ Love (BL). Sin embargo, hoy en día el género abarca una variedad impresionante de tramas y estilos. Lo que vemos en pantalla ya no son colegialas confundidas en un amor de verano que se desvanece, sino mujeres adultas, profesionales y autónomas.
Las series gl tailandesas actuales abordan compromisos de vida, bodas y la construcción de familias no tradicionales. Esta maduración temática es fundamental para comprender mi tesis: el género ha pasado de ser un mero entretenimiento escapista a convertirse en una herramienta de reivindicación política y social.
El «Factor Tailandia»: Cómo se construyó una industria millonaria
Mientras Japón proporcionó el vocabulario y los cimientos visuales, mi investigación señala que Tailandia aportó el motor industrial y la estrategia cultural. Al hablar del «Factor Tailandia», me refiero a un ecosistema único que permitió que el Girls Love GL pasara de ser novelas web de nicho a un fenómeno televisivo global.

Es importante entender el contexto: a principios de los 2000, Tailandia ya producía cine queer aclamado internacionalmente, con títulos como Iron Ladies (2000) o Beautiful Boxer (2003). Sin embargo, el enfoque no era el romance lésbico aspiracional. El verdadero antecedente espiritual del GL actual fue la película Yes or No (2010), que se convirtió en un clásico de culto en Asia por presentar una relación butch-femme positiva y tierna, lejos de la tragedia habitual.
La «Economía Y»: Un modelo de negocio neutral al género
Para ese entonces, la industria del BL (Boys’ Love) tailandés ya operaba como un titán global. Esta industria construyó una infraestructura robusta de casas productoras y agencias de talento bajo un modelo de negocio específico: la «Economía Y». Este sistema se basa no solo en vender la serie, sino en la comercialización de la química de los actores fuera de la pantalla a través de eventos, conciertos y patrocinios de marcas.
Sin embargo, noté que las mujeres ocupaban un lugar marginal en este universo millonario. Las relaciones lésbicas, cuando aparecían, eran relegadas a parejas secundarias con poco tiempo en pantalla o utilizadas como alivio cómico.
El punto de inflexión llegó en 2021. La serie BL Bad Buddy introdujo una pareja secundaria lésbica, Ink y Pa, cuya popularidad viral envió una señal inequívoca a las productoras: existía una demanda masiva insatisfecha y un mercado listo para explotar.
El caso GAP The Series: El fenómeno global de FreenBecky
Todo comenzó con una chispa inesperada a principios de 2022. La productora Idol Factory lanzó el BL Secret Crush On You («Enamorado de ti en secreto»), donde la pareja secundaria, Kongkwan y Fon —interpretadas por Becky Armstrong y Freen Sarocha—, ganó popularidad viral casi instantáneamente. La química entre ambas era tan evidente que Saint Suppapong, CEO y productor de Idol Factory en ese momento, no dudó en tomar una decisión que cambiaría la industria: desarrollar una serie completa dedicada exclusivamente a ellas.
Fue la apuesta más audaz de la compañía, asumiendo un riesgo financiero y creativo considerable. Decidieron adaptar GAP, una popular novela web de la autora Chao Planoy. La historia narraba el romance de oficina entre Mon, una recién graduada optimista, y Sam, una CEO de ascendencia real, fría y distante.
En noviembre de 2022, lanzaron formalmente GAP The Series en YouTube, convirtiéndose en la primera serie Girls Love GL tailandesa de larga duración y alto perfil. El impacto fue inmediato y brutal: acumuló 700 millones de vistas en su primer año y, según mis proyecciones hacia 2025, supera ya los 900 millones de visitas.
Más que actuación: Una química que rompió fronteras
El casting de Sarocha «Freen» Chankimha y Rebecca «Becky» Armstrong resultó ser un acierto monumental. Mi análisis de su éxito sugiere que la química entre ambas trasciende la pantalla; lograron una profundidad tal que crearon una dinámica que el público percibe como auténtica, respetuosa y palpable.

Fuente: TMDB
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Se convirtieron en superestrellas mundiales, demostrando empíricamente que dos mujeres podían sostener comercialmente una franquicia sin necesidad de protagonistas masculinos. El dúo se embarcó en una gira mundial (FreenBecky Fabulous FanBoom), agotando entradas en destinos tan diversos como Macao y Filipinas. Crucialmente, expandieron su dominio hacia América Latina, llegando a México, Brasil y Perú.
Aunque hoy en día ya no forman parte de la plantilla de Idol Factory, mantienen el ship en eventos y series de otras productoras, sosteniendo una relación «real y orgánica» que muchos perciben más allá de la fantasía del marketing.
Un nuevo estándar ético de producción
Pero el éxito de GAP no fue solo comercial; estableció un estándar de «buenas prácticas» que considero vital destacar. El equipo de producción fue elogiado por priorizar un entorno seguro para las actrices durante las escenas de intimidad, implementando talleres y respetando los límites personales. Este nivel de cuidado, que no siempre se había garantizado en la industria del BL anteriormente, marca la diferencia entre explotar una temática y dignificarla.
La Era Dorada (2023-2025): Diversificación y asalto al Prime-Time
GAP The Series derribó el mito de que el contenido sáfico no era rentable. Demostró empíricamente que la «Economía Y» es neutral en cuanto al género y reveló una demanda latente masiva: mujeres (y hombres) de todo el mundo, especialmente de la comunidad queer, estaban hambrientos de representación digna y dispuestos a apoyar económicamente a las marcas que la hicieran posible.
Las compuertas se abrieron y para 2023 comenzó la verdadera carrera del oro.
Show Me Love y la estrategia de los Concursos de Belleza
En julio de 2023 llegó una producción muy ambiciosa nacida del certamen Miss Grand: Show Me Love. La premisa era contar una historia de amor dentro de uno de los concursos más populares a nivel mundial.
Mi análisis identifica esto como un movimiento estratégico brillante que capitalizó la inmensa base de fans de los concursos de belleza en Tailandia. Protagonizada por Engfa Waraha y Charlotte Austin (conocidas como «EngLot»), la serie las presentó como el nuevo ship de tendencia y el público las acogió con una aprobación abrumadora.
Al ser una producción original y no una adaptación de novela, permitió explorar temas específicos de la industria de la belleza y consolidó a Engfa, una actriz abiertamente queer, como un icono de la comunidad. En un caso similar a FreenBecky, EngLot se consolidó como una marca comercial que generó infinidad de dividendos, realizando fan meetings y giras mundiales desde Asia hasta Europa y Latinoamérica.
The Secret of Us (2024): El salto a la TV Tradicional
Si GAP conquistó YouTube y Show Me Love los nichos de belleza, el paso final hacia la consolidación masiva llegó en 2024. Channel 3, uno de los canales más antiguos y tradicionales de Tailandia, lanzó The Secret of Us (Jai Sorn Ruk).
Protagonizada por Lingling Kwong y Orm Kornnaphat («LingOrm»), esta producción fue crucial porque trasladó el GL de las plataformas web a la franja horaria estelar (prime-time) de la televisión familiar. Rompió récords de rating, llevando el romance sáfico a los hogares convencionales tailandeses.
Con altos valores de producción propios de un melodrama clásico (lakorn) y actuaciones aclamadas por su madurez , la serie atrajo publicidad de marcas de consumo masivo, demostrando que el GL ya no dependía solo de productos de nicho.
Diversificación de géneros y el poder de la Economía Rosa.
Para 2025, el Girls Love GL en Tailandia ha madurado hasta convertirse en un ecosistema económico sofisticado. La industria ha trascendido el drama romántico: hoy vemos propuestas de suspenso, acción y terror. Producciones como 23.5, Pluto, Loyal Pin, Blank The Series y Petrichor demuestran esta riqueza narrativa.

El impacto de la economía rosa es tan real que el Departamento de Promoción del Comercio Internacional de Tailandia ha identificado al Girls Love GL como un sector de exportación clave. Esto ha atraído a las casas de alta costura, que reconocen el poder adquisitivo de la audiencia:
Becky Armstrong como embajadora de Chanel.
Freen Sarocha colaborando con Valentino.
Lingling Kwong y Orm Kornnaphat como «amigas de la casa» de Dior.
Charlotte Austin con la línea de maquillaje para MAC.
Sin embargo, debo señalar un riesgo ético en mi análisis. Más allá del mito del Shipping o Koo-Jin (pareja imaginada), este modelo de series gl tailandesas de economía rosa, conlleva una presión inmensa sobre las actrices para mantener la ilusión. Controversias recientes, como las disputas en Blank The Series (caso FayeYoko) o el escrutinio sobre la vida privada de «LingOrm», demuestran la fragilidad de un negocio basado en comercializar la intimidad. A pesar de esto, la rentabilidad es innegable: los ingresos por eventos superan con creces a los derechos de transmisión.
El «Espejo Roto» de Latinoamérica: Lecciones dolorosas del caso Juliantina
Si bien se suele pensar que América Latina es una región famosa por su exportación de telenovelas y melodramas, paradójicamente se ha convertido en uno de los mayores importadores de GL tailandés. Mi investigación apunta a una conclusión incómoda: este fenómeno se explica por la incapacidad de la industria local para satisfacer una demanda latente de representación protagónica.

Para entenderlo, debemos mirar el caso paradigmático de «Juliantina». En 2018, la telenovela mexicana Amar a Muerte (Televisa/Univisión) presentó una trama secundaria entre Juliana Valdés (Bárbara López) y Valentina Carvajal (Macarena Achaga). La pareja se convirtió en un fenómeno viral global, pero el contraste con el modelo tailandés posterior es devastadoramente instructivo:
Estatus Secundario vs. Protagonismo: A diferencia de las series tailandesas donde la pareja GL es el centro absoluto, «Juliantina» debía competir por tiempo de pantalla en una trama compleja que incluía hasta transmigración de almas. Los fans tuvieron que recurrir a ediciones de YouTube —lo que llamo «representaciones fugitivas»— para consumir solo su historia, descontextualizada del resto de la telenovela.
Fracaso Industrial: A pesar de campañas masivas en redes sociales, trending topics mundiales y encuestas que demostraban su popularidad, el prometido spin-off (película o serie propia) nunca se materializó. Las actrices expresaron disposición, pero el proyecto se congeló indefinidamente. La mentalidad conservadora de la televisión latina ha tendido históricamente a eliminar o minimizar las tramas lésbicas ante la menor controversia, o a representarlas bajo estereotipos trágicos o hipersexualizados para la mirada masculina
La Resistencia Independiente: Brasil y los destellos de una industria propia
Sin embargo, mi análisis estaría incompleto (y sería injusto) si afirmara que todo es oscuridad en la región. Mientras los gigantes televisivos dudan, la producción independiente ha comenzado a llenar ese vacío con una valentía admirable, demostrando que el talento y la audiencia existen. A pesar de cierta ausencia en las telenovelas, la calidad de la representación LGTBIQ+ sí ha logrado florecer en el formato de serie, streaming o independiente en otros mercados hispanohablantes con ejemplos como Maca y Esther de Hospital Central.
Es vital destacar el caso de Brasil, que se perfila como el alumno más aventajado de la región. Productoras independientes como Ponto Ação Produções han logrado hitos significativos con series como Stupid Wife. Al igual que en el modelo tailandés inicial, han apostado por adaptaciones de fanfics populares (basados originalmente en Fifth Harmony), logrando altos valores de producción y una base de fans leal que trasciende fronteras.
Del mismo modo, esfuerzos como Again The Series demuestran que hay creadores dispuestos a invertir en narrativas originales, operando desde la autogestión para contar las historias que la televisión abierta ignora. Aunque estos proyectos aún no cuentan con la maquinaria industrial millonaria de Tailandia, son la prueba viviente de que la «semilla» latina está ahí, esperando el riego y la infraestructura adecuada para florecer.
Migración Cultural: Por qué las latinas eligieron Tailandia
Ante este vacío, la audiencia latinoamericana se sintió «huérfana» de contenido local y encontró en series gl tailandesas el refugio perfecto.
Existen paralelismos culturales fascinantes que facilitaron esta adopción. Al analizar ambos géneros, noté que el tono melodramático, la importancia de la estructura familiar y la narrativa emocional romántica son comunes tanto en los lakorn (dramas tailandeses) como en las telenovelas latinas. Tailandia ofreció lo que LATAM negó: Dignidad y Continuidad.
Además, las productoras tailandesas comprendieron el mercado mucho más rápido que las cadenas locales:
Accesibilidad Lingüística: Tailandia subtituló oficialmente sus contenidos al español y portugués en YouTube casi en tiempo real, eliminando la barrera del idioma.
Validación del Fandom: Mientras las cadenas latinas ignoraban las peticiones de los fans, las empresas tailandesas organizaron giras de Fan Meetings en Brasil y México. El éxito de estos eventos, con entradas de alto costo agotadas, demostró que el fandom latino no solo buscaba contenido gratuito, sino que estaba dispuesto a invertir en sus ídolos.
Más allá del entretenimiento: El GL como motor de cambio social
Quizás el aspecto más trascendental del auge del GL tailandés no son sus cifras millonarias en economía rosa, sino su correlación directa con el progreso social tangible. Mi investigación confirma que el género ha trascendido el entretenimiento puro para convertirse en un vehículo de defensa, visibilidad y normalización de las identidades LGBTQ+.

El hito es histórico: Tailandia se convirtió en el primer país del sudeste asiático en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, con la ley entrando en vigor el 23 de enero de 2025. Aunque el activismo de base ha existido durante décadas, los expertos coinciden en que la explosión de las «Series Y» (tanto BL como GL) jugó un papel crucial en «suavizar» la opinión pública.
Al llevar historias de amor queer a millones de hogares y presentarlas con finales felices y aceptación familiar, estas series humanizaron a las personas LGBTQ+ frente a un público general que tradicionalmente era conservador.
Activismo Pop: Cuando las actrices lideran la conversación
Es inspirador ver que las estrellas de estas series no se comportan como avatares pasivos. Muchas han utilizado sus plataformas masivas para abogar activamente por la ley:
Engfa Waraha: Ha utilizado su corona de Miss Grand Tailandia para defender los derechos LGBTQ+ ante millones de seguidores, normalizando el discurso en certámenes de belleza.
Freen & Becky: Hablaron frecuentemente en apoyo del proyecto de ley durante sus giras de prensa, llevando la conversación política a una base de fans joven que quizás no consumía noticias tradicionales.
Ling & Orm: Sus entrevistas refuerzan constantemente el mensaje humanista del «amor sin género».
Además, es vital destacar el cambio en la mirada creativa. Las series GL son elogiadas cada vez más por cambiar la lente de la «mirada masculina» (sexualización) a la «mirada femenina» (intimidad emocional). Esto se debe a una creciente ola de liderazgo femenino en la industria, con directoras, autoras como Chao Planoy y CEOs mujeres tomando el control de las narrativas.
Mi Veredicto: El futuro de la representación femenina
Considero que estamos ante un punto de inflexión. A medida que avanzamos en 2025 hacia 2026, la industria GL en Tailandia no muestra signos de desaceleración. Ha evolucionado de un experimento incipiente en 2022 a un pilar de la economía nacional y un faro de diplomacia cultural.
Las series GL asiáticas han demostrado ser mucho más que simples historias de amor. Son narrativas cargadas de emoción y autenticidad que abordan temas universales como la aceptación, la identidad y la lucha contra los prejuicios. Es fascinante ver cómo estos programas están rompiendo barreras culturales y ganando popularidad en Occidente, mostrando que el amor no tiene fronteras.
Lo que comenzó como una «Teoría Rosa» (GAP) en una novela web ha reescrito la teoría del entretenimiento global. Nos ha demostrado que las historias sobre mujeres que aman a mujeres no solo son culturalmente valiosas, sino que son universalmente resonantes, económicamente transformadoras y socialmente revolucionarias.
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