Como si fueran propósitos de año nuevo debemos plantearnos nuestros objetivos. Hacer una lista pero con la certeza de poder lograrlas en los tiempos estipulados. Estas herramientas para lograr metas personales son las que nos encausaran en el éxito. Una de ellas, la técnica SMART.
Cómo si fuera la canción “año nuevo, vida nueva”. Pero, ¿por qué tomarnos horas de nuestro tiempo para simplemente colocar en una hoja lo que quiero hacer? pues no es tan sencillo o simple como parece, sí de verdad queremos tener éxito.
Según algunas estimaciones para febrero el 90% de las resoluciones fijadas en diciembre ya han sido un completo fracaso. ¿Por qué?, son varias las causas; como no fijarnos metas realistas, falta de disciplina más que de motivación, puesto que la motivación no siempre va a estar y no es obligatorio que esté; mientras tengamos disciplina podremos salir adelante.
Otro factor que incide en el no cumplimiento de las resoluciones es fijar metas por fijar, sin tener claro o conciencia de querer realizar un cambio en nuestras vidas. Primero es importante tener claro y definido que deseamos salir de esa zona de confort o espacio seguro, donde quizás no estemos completamente satisfechos; allí donde siempre estamos protegidos por la manta calentita de la comodidad o rutina.
Mira TambiénLa Gratitud: Una forma de vida y sus beneficiosAhora créanme, salir a la zona de desarrollo próximo o terreno desconocido, va a proporcionar un crecimiento personal y hasta profesional de esos que necesitamos en la vida; y es mejor estar listos para ellos, puesto que si llegan de la nada y no estemos preparados podemos sentir un poco de agobio.
Herramientas para lograr metas personales. Objetivos S.M.A.R.T
Una vez decidido y habiendo dejado atrás los fantasmas ya mencionados, podemos usar una estrategia muy usada en proyectos y organizaciones de alta performance. Si esta estrategia da excelentes resultados en una transnacional, por qué no darlos en lo más valioso que tenemos, nuestras vidas. La técnica en cuestión se llama “Objetivos S.M.A.R.T”, por su siglas en inglés. Es un anacronismo que puedes usar para redactar tus metas, cada letra representa una característica deseable en la meta.
S, especifico: Ser especifico, concreto con lo que quiero lograr. Cómo, cuándo y donde, son preguntas que los podrán a ayudar a redactar la meta. Esto debe ser la base de tu objetivo, mientras más específico mejor, no es lo mismo decir “Ahorrar dinero” que “Ahorrar en el primer semestre del año, 2022, la cantidad de 1000$”.
M, medible: Todo objetivo o meta tiene que poder medible en un periodo determinado, para poder saber si estas o no teniendo algún resultado. El uso de métricas fortalece y robustece el objetivo. Por ejemplo, decir “Mi objetivo es perder peso”, no especifica cuanto, ni toma una base para ello; mientras que decir “Mi objetivo es perder, 4 KG de peso en 3 meses” te ayuda a trazar una ruta más clara y poder hacer ajustes en el tiempo.
A, alcanzable: El objetivo de alcanzable es razonable, realista. Es importante soñar pero necesitamos objetivos que realmente podamos cumplir; porque ante la consecución de un objetivo, el desgano y la sensación de fracaso será contraproducente. Tengamos en cuenta la pregunta ¿cómo podría lograr este objetivo?, ¿con qué pasos?. Otra técnica es usar una matriz de esfuerzo y valor, lo ideal es tener objetivos con poco esfuerzo y que sume mucho valor; estas son las metas que nos interesan establecer.
Otra ayuda que podemos tener, es usar el Principio de Pareto o de 80/20; donde el 20% de nuestras metas deben proporcionarnos un 80% de mi retorno. Finalmente, otro aspecto a tener en cuenta para que un objetivo o meta alcanzable es la fecha limite para alcanzarla; no es lo mismo decir “Quiero perder 10 kg”, que “Quiero perder 10 Kg, en 6 meses, empezado el 1 de enero”.
R, relevantes: ¿la meta es realmente relevante?, ¿Qué impacto o relevancia va a tener ese objetivo en nuestra vida?. Vamos a invertir, tiempo, dinero, esfuerzo para algo qué no significa o no nos importa; pues no merece la pena, por eso es crucial fijar y pensar en cosas que nos muevan a seguir y sobre todo que nos mantengan conectados.
T, tiempo: La temporalidad de los objetivos, nos sirve para poder establecer su principio y fin. ¿Cuándo lo hemos conquistado? O hasta cuando debemos trabajar en ello. Esto nos orientan como una brújula al viajero, saber que tenemos un tiempo fijo y determinado nos motiva a esforzamos y en ocasiones a meter el acelerador para llegar a tiempo.
Finalmente, estos objetivos deben de colocarse en un lugar visible, donde cada día los puedas ver, tener presente y recordarlos cuando la fiaca o el desgano nos ataquen. Debemos recordar que los objetivos pueden variar o ser modificados a lo largo del año, porque son parte de la vida y al vida es cambio.