Gabriela Mistral y Doris Dana, poetizas, escritoras y pensadoras, que se conocieron un día para no separarse más. En el andar de la vida, las almas que vibran en un mismo nivel se encuentran.
Hay personajes que han influenciado por su talento y su humanidad, este es el caso de estas dos mujeres. A mas de 60 años de la muerte de Gabriela Mistral aún se percibe la genialidad de su vida. Hay personas que marcan el antes y el después, esta Chilena lo hizo al ser la primera mujer latinoamericana en ganar un Premio Nobel. Lo hizo en 1945 y desde entonces fue una de las mas grandes influencias literarias del continente.
Una vida con mucha actividad
En su haber fue profesora, cónsul, escritora y poetiza. Sus inicios fueron redacciones para periódicos con alto contenido social; específicamente, escritos críticos en relación al sistema educativo chileno y sus carencias. En esos mismos años, desde 1910 se publica su primer poema “Tristeza” y comienza a escribir sus sonetos mas conocidos, “Sonetos de la Muerte”, por los que la premian en 1914 en el concurso Juegos Florales.
Desde allí, Lucila de María Godoy Alcayaga comienza a utilizar su seudónimo, Gabriela Mistral. Hacer referencia a su nombre conlleva a la enaltación de la mujer, su inteligencia, empoderamiento y esencia del género. A principios del siglo XX, las condiciones no eran las mas aptas para las féminas, en especial en Latinoamérica, donde la idiosincrasia es netamente patriarcal.
Mira TambiénTeniente Uhura: La navegante intergaláctica | Un homenaje a Nichelle NicolsNo hubo limitante alguna para Mistral, logró destacar en cada labor impuesta. Sus innumerables obras le destinó a ser viajera desde 1922. Como artista errante luego de ganar el Premio Nobel, en 1946 en uno de sus viajes y con la gestión de la misma Eleonor Roosevelt; una serie de sus obras llega a la exposición en el Barnard Collage. Y es justo aquí donde comienza la historia de esta dupla.
Desde el primer momento
Ciertamente Gabriela Mistral mantuvo su vida personal en casi absoluta reserva. No se encuentran mayores datos bibliográficos en referencia a sus relaciones interpersonales. Sin embargo, algunos nombres se le confirmaron como relaciones sentimentales. Un amor platónico con Alfredo Videla Pineda, Romelio Ureta, funcionario de ferrocarriles por el que Gabriela sintió un gran afecto y una relación con el escritor Manuel Magallanes Moure. La poetisa chilena no contrajo nupcias y la relación mas sólida, y se puede decir influyente la tuvo con Doris Dana casi instantáneamente desde conocerse hasta el ultimo día de su vida.
Mira También4 Estrategias para Mejorar las Finanzas Personales: Consejos de expertos para el éxito financieroLa también escritora estadounidense Doris Dana conoció a Gabriela Mistral en 1946 en las exposiciones mencionadas en el Barnad College. Allí luego de que Dana fascinada por la poetiza según bibliografías avaladas por ambas, le presenta una obra suya traducida al alemán y gracias a esto fue invitada a la casa ubicada en Santa Barbara, California donde residía Mistral para ese entonces.
Desde ese preciso instante fueron inseparables, yéndose posteriormente a vivir juntas en principio a Mexica, seguido de viajes a varios países como Italia, Chile y nuevamente Estados Unidos. Cuando aun en vida estaba la ganadora del premio nobel, se mostró en mas de una ocasión ofendida por la insinuación de que esta relación era de tipo homosexual; sin embargo, entre los círculos mas íntimos afirmaban la fuerte filiación de ambas.
Unidas por la poesía “La Dupla DaTral”
Lo que si bien es cierto son las cartas escritas entre ellas, consideradas parte de obras literarias por su contenido poético expresando sus sentimientos de manera plena. Estas misivas están dentro de la colección conocida como “Niña Errante” con cerca de 250 epístolas.
“Tú no me conoces todavía bien, mi amor. Tú ignoras la profundidad de mi vínculo contigo. Dame tiempo, dámelo, para hacerte un poco feliz. Tenme paciencia, espera a ver y a oír lo que tú eres para mí”
Carta de Gabriela Mistral a Doris Dana (22 de abril de 1949).
Al morir la poetiza chilena en 1957 nombra en su testamento a Doris Dana como su receptora, representante y albacea de todas las obras literarias de su autoría.
Lo relevante es la influencia en la cultura literaria de America. Sus obras trascienden en el tiempo, estando entre los cimientos históricos hasta de la visualización femenina en distintos ámbitos sociales.