En los últimos años, la proliferación de plataformas de alquiler temporal como Airbnb ha transformado el panorama del turismo y el mercado inmobiliario en América Latina. Estas plataformas han facilitado un nuevo modelo de viajes y hospedaje, atrayendo a viajeros de todo el mundo en busca de experiencias auténticas y asequibles. Sin embargo, este fenómeno ha traído consigo una serie de desafíos y controversias, particularmente en torno a la gentrificación de barrios y centros urbanos.
Airbnb, la plataforma pionera en el alquiler de viviendas temporales, ha experimentado un crecimiento exponencial en América Latina desde la pandemia. Según datos proporcionados por AirDNA, una plataforma de monitoreo de viviendas temporales, Brasil y México lideran el mercado, ocupando el 35% y el 20% de la oferta total en el continente, seguidos por Colombia y Argentina.
Este aumento se atribuye a varios factores, como la facilidad de acceso a la tecnología, con más de 6 millones de descargas de la aplicación de Airbnb en 2022 solo en América Latina. Además, la falta de regulaciones estrictas o su cumplimiento deficiente ha permitido la rápida expansión de este modelo de negocio.
La Inquilinización y el Acceso a la Vivienda
La proliferación de Airbnb se ha visto impulsada por un contexto de “inquilinización” en la región. Este término se refiere al aumento de inquilinos en comparación con propietarios, debido a la escasez de políticas de alquiler social y al acceso tradicional a la vivienda a través de la propiedad privada o la autoproducción individual.
Mira TambiénYoga para perder peso: Mitos y realidades desveladosAdemás, este mercado permite a los propietarios acceder a ahorros en moneda extranjera, lo cual constituye una estrategia atractiva para las clases medias en países con economías que se ubican por debajo del dólar, como Argentina, México, Brasil.
A medida que el fenómeno de Airbnb se expande, varios países han optado por implementar regulaciones para controlar su impacto. Ciudades como Barcelona, París, Londres y Nueva York han aplicado ciertas medidas, pero en América Latina, aunque existen algunas normativas, la falta de revisión y cumplimiento retrasa su aplicación efectiva.
La Gentrificación en Latinoamérica: Una Consecuencia Inevitable
Uno de los principales efectos de la expansión de Airbnb en América Latina es la gentrificación de barrios y centros urbanos. Presentándose una “presión” en el mercado de alquiler tradicional en ciudades como Buenos Aires, Ciudad de México, Río de Janeiro, Cancún, Bariloche y Salvador de Bahía.
Mira TambiénLa inspiradora Historia de Nicola Coughlan: De Camarera a Estrella de “Bridgerton”En este orden se genera un “efecto de desplazamiento en cadena”, donde los nativos deben buscar barrios más asequibles, reforzando los patrones de valorización de las áreas más acomodadas y atractivas para los visitantes extranjeros. Esto contrasta con la afirmación de Airbnb de que su plataforma ayuda a redistribuir el turismo hacia barrios menos concurridos. Como es el caso de los “nómadas digitales” que impulsan la demanda de alquileres y el consumo en Ciudad de México, generando un “proceso de reconversión” y, en consecuencia, la gentrificación.
Ciudades en Transformación
Algunas de las principales ciudades latinoamericanas que enfrentan los efectos de la gentrificación impulsada por Airbnb incluyen:
México DF: La capital mexicana ha firmado un proyecto en 2022 con Airbnb y UNESCO para promover el nomadismo digital. ha experimentado un aumento significativo en el número de alquileres temporales, especialmente en barrios como Roma y Condesa. Esto ha provocado un aumento en los precios de alquiler y el desplazamiento de residentes locales.
Buenos Aires: En la ciudad de Buenos Aires, existe un registro de alquileres temporarios (Ley 6225), pero solo cuenta con unas 500 propiedades registradas, mientras que en Airbnb hay más de 35.000 anuncios, según Inside Airbnb. Rio De Janeiro; La ciudad brasileña de Río de Janeiro también enfrenta una creciente presión en su mercado de alquiler tradicional debido a la expansión de Airbnb.
Ciudades como Medellín, Cancún, Bariloche y Salvador de Bahía también han experimentado los efectos de la gentrificación impulsada por el turismo y las plataformas de alquiler temporal.
Impacto Económico y Turístico
A pesar de los desafíos, la presencia de Airbnb también ha traído beneficios económicos a las ciudades latinoamericanas. Según un estudio encargado por la plataforma a Oxford Economics, los usuarios de Airbnb en México gastaron en 2021 US$3,9 adicionales durante su estancia en restaurantes, compras o transportes por cada US$1 que gastaron en su alojamiento.
Además, Airbnb ha contribuido a la distribución del turismo hacia barrios menos concurridos, aportando beneficios económicos a comunidades que antes no los tenían.
Hacia una Regulación Equilibrada
Para abordar los desafíos de la gentrificación y el desplazamiento de residentes, se requiere una regulación equilibrada que considere los intereses de todos los actores involucrados. Algunas medidas que podrían ser consideradas incluyen:
*Limitar el número máximo de viviendas que se pueden ofertar a través de Airbnb.
*Fijar un número máximo de días al año que pueden estar en la plataforma.
*Incrementar los requisitos de infraestructura para que las propiedades puedan ser ofertadas.
*Prohibir que las unidades se destinen a alquiler temporal durante los primeros años tras la compra por parte del propietario.
*Implementar leyes inquilinarias que establezcan máximos al incremento anual de los alquileres, considerando el aumento salarial real de la población.
La expansión de Airbnb en América Latina ha traído consigo tanto oportunidades como desafíos. Si bien ha fomentado el turismo y los beneficios económicos, también ha impulsado la gentrificación y el desplazamiento de residentes en algunas de las principales ciudades de la región.
Para lograr un equilibrio, es fundamental contar con una regulación adecuada que proteja los derechos de los inquilinos, promueva la vivienda asequible y, al mismo tiempo, permita el desarrollo sostenible del sector turístico. Solo a través de un enfoque colaborativo y justo entre los gobiernos locales, las plataformas de alquiler temporal y las comunidades locales, se podrá aprovechar al máximo el potencial de este fenómeno sin comprometer la calidad de vida de los residentes.