Que edad tienes hoy? súmate 30 años y estaremos en el 2051 confiando que nuestra acciones para cuidar el agua potable hayan logrado equilibrar su consumo. Para lograrlo primero debemos saber cual es nuestro presente.
La ONU estima que para 2050 seremos cerca de unos 9mil millones de personas en la tierra, demandando necesidades; viviendas, comida, vestimenta y agua. Para obtener las primeras tres, necesitamos aproximadamente el 70% del agua potable disponible y por ello la sobre explotación del recurso causa preocupación. El recurso es renovable y reciclable pero los depósitos naturales pueden considerarse no renovables. Es decir el ciclo natural del agua garantiza el recurso, pero donde se acumule como pozos o ríos pueden llegar a secarse por el uso excesivo y no volver a llenarse.
Según la OMS, promedia 100 litros de agua diarios por persona para garantizar el modus vivendi; sin embargo la diferencia es desproporcionada entre países desarrollados y sub-desarrollados. En Europa el promedio de uso individual se ubica entre 400 y 450 litros diarios; en África y Asia del sudeste en los mejores casos llega a 80 litros diarios por persona. LATAM en teoría es una de las regiones menos afectada por la escasez actual. La realidad es que existe un desbalance entre las regiones pobladas y acceso a los acuíferos aunado al desperdicio del recurso. La clave radica es el control del uso individual.
Mira TambiénPenínsula Valdés, Patrimonio de la Humanidad: Explorando el Tesoro Natural de ArgentinaLa relación entre concentración del urbanismo y acceso al agua en el 2015 iba de esta manera
Chile: ⅓ viven en Santiago con relativos accesos proporcionales de agua, igualmente están Argentina que el 30% Viven en Buenos Aires y Colombia donde El 16% están en Bogotá. México con 77% de los habitantes están entre las altiplanicies central y norte y las fuentes acuíferas estando al sur.
Los países con peor perspectiva son Brasil a pesar de contar con uno de las mayores fuentes fluviales; la súper población en sus metrópolis representa un posible peligro al no planificar el rápido crecimiento. República Dominicana es conocida como el país del agua embotellada por no contar con muchos accesos naturales al recurso. Perú cuenta hoy con un alto consumo por persona, ronda los 250 litros y con menor acceso a fuentes de agua. Siguen Bolivia y las islas del Caribe; se presume que ellos serán los primeros en sufrir el stress hídrico de la región.
A pesar de todos estos números desalentadores, ciertamente se empezó a avanzar en políticas para minimizar el impacto y tener mejores expectativas de los recursos. Sin embargo no todo queda en manos de los gobiernos, es de suma importancia la responsabilidad individual y optimizar en las casas los sistemas de distribución y hábitos de consumo del agua. Al tener conciencia del nivel que debemos usar se estima que los acuíferos se puedan recuperar de la sobre explotación en algunos años.
Acciones individuales como cuidar el agua potable
A pesar de existir incontables campañas para la concienciatización del uso adecuado, la educación es la clave por ello te recordamos 5 acciones que puedes hacer para cuidar el agua potable:
1 Cierra el grifo mientras te estas enjabonando en la ducha, cepillando los dientes y lavando las manos.
2 Repara todos los goteos que puedan tener los grifos y llaves de tu casa.
3 Si lavas tu auto en casa, controla la cantidad de uso. En el caso de llevarlo a lavadores automáticos, acude a los que están identificados como amigables con el medio ambiente.
4 Utiliza el segundo uso del agua.
5 No desperdicies productos que terminan siendo contaminantes del agua, como aceites comestibles en los lavaderos, químicos en los suelos de tierra.
Por que debemos cuidar el agua potable
El agua potable es el recurso más valioso y amenazado de nuestro planeta. En Latinoamérica y España, la situación es particularmente alarmante: más del 30% de la población latinoamericana carece de acceso seguro a agua potable, mientras que España por momentos se agravan las sequías en temporadas.
La escasez de este recurso vital no solo pone en riesgo nuestra salud, sino que también amenaza la estabilidad económica y ambiental de nuestras regiones. Cada gota desperdiciada contribuye a la degradación de ecosistemas críticos y aumenta los costos de tratamiento y distribución. Es nuestra responsabilidad ineludible preservar este tesoro líquido para las generaciones venideras.
Actuemos ahora: implementemos tecnologías de ahorro, eduquemos sobre el consumo responsable y exijamos políticas de gestión sostenible del agua. El futuro de nuestras naciones depende de las acciones que tomemos hoy!