Conceptualmente, el progresismo es una corriente o doctrina que se fundamenta principalmente en ser visionario, mantenerse a la vanguardia del modus vivendi y sobre todo mantenerse abierto a las nuevas propuestas, todo dentro de un marco de que esto represente mejoras sociales.
Cabe destacar que el progresismo es una corriente que se adopta de manera personal, no es que exista un sindicato que ordene las directrices de comportamiento; es como ser estoico, es una actitud, un conjunto de pensamientos y acciones que pueden caracterizarse dentro de alguna filosofía de vida.
En sociología, ¿Que es ser progress ?: es la tendencia social a romper paradigmas, ser vanguardista y estar abierto a los constantes cambios evolutivos de las sociedades, buscando siempre los principios humanitarios y la igualdad.
Por esto es que gran parte de los movimientos sociales demandantes de derechos son catalogados de movimientos progresistas, como el feminismo en los años 60, la lucha por el derecho al voto, la igualdad de razas, entre otros.
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Desmitificar la idea de lo antinatural: Comprender la orientación sexual y la identidad de géneroPara los sectores más conservadores, el progresismo significa poner en riesgo los valores. Claro, son dos corrientes totalmente opuestas, mientras uno defiende el costumbrismo, la contraparte es la innovación.
¿Pero, cómo se mide el progresismo?
En términos generales, con ser un simple detractor de alguna tradición social, en principio puede tomarse como progresismo. A pesar de tener cierta mala fama en la actualidad, esta corriente siempre ha estado presente en las sociedades. En la época de la revolución industrial, muchos eran los temores al cambio, pero no había lugar a dudas, el movimiento más progresista que cambió el rumbo de la humanidad se estaba gestando.
Las máquinas de vapor y sus creyentes solo fueron el comienzo y es que históricamente entre el siglo XVII y XIX, nació el término. Eran semillero de las nuevas ideas, las luchas raciales y abolición definitiva de la esclavitud, establecimiento de la democracia en gran parte del mundo, primeros roles de la mujer en puestos de poder y a todo esto se le iba etiquetando de progreso, consiguiendo en el camino grandes detractores.
El progreso como bandera social, política y económica.
El concepto fue ganando adeptos, tanto que algunos partidos políticos lo tomaron como consignas, quizás en fundamento otros quizás también por solo ventajismo, el resultado para algunos es que la idea del progresismo se asocia con corrientes sociales de doctrinas marxistas. Así mismo, los de la acera de enfrente, la derecha y ultra derecha también han tomado algunas consignas de progresismo para sus campañas, de una manera contradictoria ya que son caracterizados por el conservacionismo.
Algunos de estos ejemplos son los partidos de derecha que defienden el capitalismo desarrollado por las nuevas tecnologías pero promueven políticas conservacionistas. Por ello es que se ha tergiversado el principio al utilizarlo como herramienta política.
¿Qué es ser progresista hoy?
Debido a la rapidez del avance tecnológico, las diferencias entre generaciones se acortan por tan solo unos 4 o 5 años, caracterizando a los jóvenes como muy abiertos con lo nuevo, en todos los sentidos. Si se toman las características de la corriente progresista, se diría que estamos presenciando al grupo social más progresista de todos y obviamente esto le causa temor a los más adultos, pero para ser justos, ¿qué generación más vieja no se considera mejor que la actual?
Todos en algún momento hemos escuchado: en mis tiempos todo era mejor. Sin embargo, los conflictos demandados por la generación de hoy son desestimados por algunos sectores catalogándolos de radicales. El progreso de hoy es conservacionista, ya que está preocupado por el cambio climático y el deterioro del planeta, algunos han adoptado el veganismo como estilo de vida.
Por otro lado, se han reavivado las demandas a los derechos de igualdad racial, aspiran a que la sociedad sea realmente igualitaria mas allá de los simples discursos, incluyendo la diversidad sexual. Y sobre este tema, la fluidez sexualmente responsable es como se identifican la mayoría de los jovenes; tampoco es nuevo, ha de tener similitud a la libertad sexual de los años sesenta.
En el ámbito de lo económico este vanguardismo está caracterizado en la actualidad por la no preocupación de inversión a largo plazo sino de vivir las experiencias, búsqueda de trabajos de perfil tecnológico que puedan ofrecer un balance entre horas laborales y vida personal.
Otro aspecto importante para esta generación es la salud mental, ha tomado prioridad hablar de problemas que antes se callaban por tabú o por miedo. Existe hoy una baja tolerancia, abierta y sincera, a los abusos, la manipulación y la discriminación, con fuertes cruzadas mediáticas por movimientos de los nuevos progresistas.
Todo esto no está mal, en lo particular creo que es la generación menos hipócrita desde 1800. Pero no todos lo han tomado del todo bien por obvias razones; lo que atente contra una normalidad siempre va a ser considerado peligroso, siendo hasta criminalizado el término.
Se generan matrices de opinión en contra de la corriente, un símil a las ideas de Montesquieu o Rousseau en 1700, hablando de libertad e igualdad de hombres con una monarquía en el poder.
El progresismo no es un partido, un gremio, un grupo; es solo el sentido de ver al futuro en algún aspecto positivo, es creer que se puede mejorar, es resiliencia y sentirse de alguna manera abierto a los cambios, fluido con las circunstancias y no te hace ni activista ni criminal, solo es ser visionario.